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Dejemos que Dios sea “justificado”

Job 32:1-12 El gran principio que subraya el problema espiritual de Job fue dado siglos después por nuestro Señor: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará”. (Lucas 9:23,24) Job esta tratando de aferrarse a su reputación y a sus victorias pasadas. Si queremos lo mejor de Dios, debemos estar dispuestos a dejar a un lado todo lo que podría contar como “algo preciado” para nosotros; de tal manera que Dios haga con nosotros lo que ÉL realmente quiere hacer. Casi podemos ver a Eliú al escuchar los discursos de los otros amigos de Job, ir poniéndose más y más enojado. ¿Por qué no van a los hechos?, ¿por qué no dicen la verdad?, ¿por qué Job se justifica a sí mismo?, ¿por qué Job no se ve a sí mismo como Dios lo ve? Eliú dimensionó el asunto muy claramente. Las razones que da por su enojo (Job 32:2,3) son más valiosas de

Es mejor cuando depende de Dios.

Job 31:6-8 , 33-35 Job era un hombre fuera de lo común. Él hizo muchas cosas nobles. Estaba pendiente en varias maneras. Él era la clase de hombre que, una vez humillado delante de Dios, podía confiar con más responsabilidad. Las Escrituras dice que la persona que es fiel en pequeñas cosas, será fiel en cosas mayores. (Mateo 25:23; Lucas 16:10). Pero el orgullo de Job aún estaba evitando que él disfrute lo mejor que Dios le tenía preparado. No era una decisión fácil para Job, pedirle a Dios que le pese en balanza. Job era un hombre casto, temeroso de Dios, honesto y sincero. Él estaba dispuesto a poner sus virtudes en balanza, al igual que quería que su adversario pusiera sus acusaciones en el otro plato de la balanza; para que Dios observe y dé un veredicto final. Job pensaba que, siendo que él siempre honraba a Dios, todo se inclinaría a su favor. Él estaba seguro que Dios siempre le daría SU favor. Esta fue su apreciación personal del asunto. Sin embargo, nadie puede estar a

Confianza en Dios, no en hombre

Job 13:4-15 En cuanto vamos leyendo en Job 13, Job nuevamente dijo con mucha fuerza sus argumentos para no dejar que sus “amigos” arbitren su caso por él. Job les declara que él mismo llevaría su caso hasta Dios. Job pone a un lado a sus amigos y les dice que lo que ellos saben él también lo sabe, y que no hay en Job nada que le haga inferior a ellos. En todos estos discursos, tanto de Job como de sus amigos, observamos amargura. Lamentablemente vemos que algo de sus palabras ahora son un patrón de conducta para los creyentes de hoy. Job estaba sufriendo mucho en cuerpo y alma, y los discursos de Elifaz, Bildad, y Zofar añadían más tormento a su ya abrumado corazón. Job expresó con fuerza su resentimiento en contra de la injusta situación que le estaba sucediendo. De vez en cuando él se desahogaba diciendo lo que estaba dentro de su corazón, y sin embargo lo que decía a menudo eran declaraciones notables de la verdad acerca de Dios. De lo que ya hemos visto en el capítulo 1

Consejo basado en tradiciones.

Job 8:1-10 Bildad no apeló a la voluntad revelada de Dios, sino solo a la sabiduría que los padres pudieron haber tenido. Él preguntó si Dios pervierte la justicia. La respuesta, por supuesto, es no. Entonces Bildad usó este principio para argumentar que Job perdió sus hijos a causa de alguna transgresión de parte de ellos. Él también inculpó a Job con falta de pureza y rectitud. Esto no ayudó mucho a un hombre que, según Job 1, ofrecía sacrificios a Dios solamente por si acaso sus hijos hubiesen hecho algo ofensivo para Dios, no importaba si hubiese sido por algo que dijeron, o algo que hubiesen hecho. Entonces, acusarlos por algún pecado tan grande que todos ellos murieron el mismo día, sería una  terrible acusación. Los argumentos de Bildad fueron todos de apariencia y basados en suposiciones. Él usó muchos “si”. Él realmente no sabía los hechos, sino que solamente los “suponía”. Así era la forma en que tomaban los hechos que le acontecieron a Job, y así mismo los interpreta

Consejo basado en la experiencia humana

Job 4:1-7 Elifaz posiblemente era el mayor del grupo de amigos que acompañaban a Job; y supuestamente también era el más sabio. De todas maneras, mayor edad no significa más sabiduría. La filosofía de Elifaz estaba basada en lo que nosotros llamamos hoy “observación general”. Él decía tener una clase de visión, en la cual él ponía mucha confianza. Varias veces en Job 4 él hace mención de lo qué él ha visto y experimentado. Elifaz usó lo que hoy se denomina “aproximación psicológica”, él primero elogió a Job y luego lo condenó. Elifaz se basó en gran medida en sus observaciones, las cuales están relacionadas a sus experiencias. Ninguno, hasta donde él sabía, había padecido si era inocente. Sufrir, de acuerdo a su experiencia, era siempre el resultado del juicio de Dios por los pecados. La conclusión de Elifaz, fue que Job no era la excepción a esta regla, y estaba siendo castigado por algún pecado que ha cometido. Algunos aun tiene la misma forma de ver las cosas hoy en día.

Se necesitan amigos verdaderos.

Job 2:11-3:5 Los amigos pueden ser muy valiosos. El tipo correcto de amigos pueden ayudarnos en los momentos difíciles de la vida. Pero la calidad de amistad mostrada por estos tres hombres deja mucho que desear. Cuando ellos vieron la difícil situación de Job, se quedaron sorprendidos. Apenas podían pensar. El hombre a quien ellos habían conocido como uno de los grandes hombres de ese lado del mundo, ahora está enfermo y sentado sobre un montón de cenizas. Ellos estuvieron en silencio por siete días, sin darle a Job ningún consuelo. No dijeron nada, y aparentemente Job tampoco dijo nada en todo ese tiempo. Pero Satanás seguía presionando, y finalmente al fin de esos siete días, Job abrió su boca y maldijo el día en que nació. A raíz de todas esas pérdidas combinadas, viene la reina de todas las pérdidas, Job empezó a perder la fe, y empezó a dudar en cuanto a si Dios en verdad cuidaba de él. Este fue el momento más importante en la experiencia de Job. El maldijo el día en qu

¿El amor de Dios?

Job 2:1-10 Satanás no se dio por vencido fácilmente. No tuvo éxito la primera vez, por eso mismo volvería a intentar su ataque. Él ya había quitado a Job todas sus posesiones y su familia, pero ahora iba a tocar a Job en donde pensaba que todas las personas son vulnerables. Lo que Satanás se proponía era añadir sufrimiento físico a los problemas que ya tenía, suponiendo que lo llevaría hasta un punto en el cual Job quedaría destruido. Dios le había dado su permiso, así que Satanás trajo una terrible enfermedad sobre Job. Algunos creen que fue una forma de lepra negra, que es una forma de lepra más terrible que existe. Aun después de todo eso, Satanás no siguió molestando a Job; pero algo peor estaba aun por venir. La esposa de Job le dijo: “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” (v.9) Ella debió haber pensado que Dios, al cual Job servía, se había olvidado de Job. Posiblemente ella pensó que Dios, no podía ser un Dios de amor, siendo que ha permitido que todo