Ir al contenido principal

Entradas

Durante la conferencia “REFORMA y RESURGIMIENTO” en el 2006, que tuvo lugar en Seattle, USA, el Pastor Darrin Patrick de la iglesia “The Journey Church” en San Luis, presentó estas estadísticas tomadas de “Barna Research” y “Enfoque a la Familia” sobre el estado de los pastores actualmente. · 1.500 Pastores dejan el ministerio pastoral cada año a causa de problemas con la moralidad, agotamiento espiritual, o conflictos en su iglesia. · 50% de los matrimonios pastorales terminan en divorcio. · 80% de los pastores y el 84% de las esposas de pastor, sienten que no están calificados y por lo tanto se sienten desanimados en su rol de pastor. · 50% de los pastores están en un nivel crítico de desánimo, que desearían dejar el ministerio pastoral, pero si lo dejan, se enfrentan al problema de no tener otro campo laboral en esta sociedad secularizada. · 80% de los graduados de Seminarios y Escuelas de Biblia que entran al ministerio pastor

VAYA A LA IGLESIA

Tres puntos de vista humanos, debidamente aclarados Mateo 16:18 Jesús se refirió solo en dos ocasiones a la iglesia (Mt 16.18; 18.17). 2 Pedro 2:4-10 1. UN SOLO PUEBLO Y NO GRUPOS. • Dios está formando un pueblo y no pequeños grupos por ahí y por allá. • Todo radica en que hay un pueblo que está siendo formado por Dios, que puede que no tengamos nada en común pero todos estamos bajo la gracia de Dios que ha obrado en las vidas de cada uno a través de Cristo. 2. SACERDOTES QUE SACRIFICAN Y NO RECEPTORES DE BENEFICIOS. • Pedro nos recuerda que es para dar y no para conseguir que nos reunimos en el culto en nuestra congregación. • “No recibo nada” = queja más común. Significa que usamos un criterio intelectual. (Parece que el sermón no me llenó tanto como estoy acostumbrado a recibir – Este sermón no fue tan estimulante para mi nivel de pensamiento. • “No siento ninguna diferencia después, mis sentimientos no han cambiado nada” = criterio emocional. • “No me gusta el estilo, no es el ambi

¿Qué más?

¿Qué Hacer Ahora que Ud. Cree en Cristo Como su Salvador? Lea la Biblia todos los días. "No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios" (Mateo 4:4). Ore a Dios siempre. "Oren en todo momento. Den gracias a Dios en todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús" (1 Tesalonicenses 5:17,18). Orar es conversar con Dios. Confiese a Dios cada pecado. "Si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios hará lo que es justo: nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad" (1 Juan 1:9). Cuente a otros su experiencia. Jesús dijo: "Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti" (Lucas 8:39). Congréguese con otros creyentes. "No dejemos de asistir a nuestras reuniones, . . . sino démonos ánimos unos a otros" (Hebreos 10:25). Si usted ha entendido lo que significa ser hijo/a de Dios, y ha aceptado a Cristo como Salvador por favor lle

El punto de vista determina nuestra actitud

A lo largo de su vida el siervo de Dios está expuesto a la critica, al juicio, a la calificación. Demás está decir que muchas veces esa crítica es desmedida, injusta y no pensada sino que dicha sin ponerse a pensar en la vida y los sentimientos de quien la recibe. En el mundo cristiano tendemos a disfrazar esta “lapidación verbal” con frases como “lo digo en amor”, “se lo critico porque lo queremos” y términos similares. Pero ¿que debe hacer un siervo de Dios cuando está atravesando por eso?. A menudo las personas que critican a los siervos de Dios, son hermanos bien intencionados que emiten su juicio desde el lugar donde están, sin pensar que por alguna extraña razón Dios llamó a otros y a ellos no. Es curioso ver como en nombre del amor, se degrada a un hermano/a en Cristo. Pero cuando atravesamos por esos momentos, ¿qué hacemos?. La oración íntima a Dios es un remedio. El escuchar a una persona ajena a la situación es otro remedio. Puede ser un pastor amigo, un amigo maduro en l

Jesús quiere…

Cuando un hombre o una mujer se acercan a Dios, pensamos que ÉL siempre nos recibirá ya que hemos aprendido que Dios está siempre dispuesto a aceptarnos. Sabemos que Dios nos ama, sabemos que Dios nos busca y que ÉL quiere tener una relación con nosotros. Pero este conocimiento a veces se transforma en una licencia para simplemente pensar que nosotros la controlamos o manejamos esta “relación”. Cuando queremos nos acercamos a Dios y cuando queremos nos alejamos de ÉL. Leamos en el evangelio de Mateo en 8:1-4 (Mat. 8:1-4) y observemos que es Dios el que tiene el sartén por el mango. La proposición del leproso es: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”, a lo que Jesús le responde: “Quiero”. Cuán a menudo pensamos en que nosotros hacemos un favor a Dios al dedicar algo de “nuestro” tiempo, o algo de “nuestro” dinero, o algo de “nuestra” vida a Dios. Suena como que nosotros le decimos: “Señor si quiero iré hoy a la iglesia”, o “si quiero hoy voy a leer la Biblia”, o “Señor, si quiero, h

¿Para dónde iba mi vida cuando Jehová se cruzó en mi camino?

Hay un himno que cantábamos en la iglesia hace mucho tiempo cuando era un adolescente. Ese himno usted lo acaba de escuchar… “Hay un canto nuevo en mi ser”. En ese tiempo estaban apareciendo todos esos movimientos modernos de “adoración” y “alabanza”… Cantos modernos, en algunos casos más movidos y en otros casos más pausados. Algunos en la iglesia gustaban de los himnos más tradiciones, a otros les gustaban aquellos cantos nuevos. Pero ¿Cuál es el contenido de esos cantos? Creo que la disyuntiva va a estar siempre. Pero en lo que a mi respecta, cuando era un adolescente de la iglesia, se usaba mucho esa frase “Cántico Nuevo” para decir que era hora de cambiar e introducir nuevas canciones en el repertorio de la iglesia. Hasta ese momento yo pensaba así. Pero poco a poco fui comprendiendo que “cántico nuevo” no significa que debemos actualizar el repertorio de la iglesia, va mucho más allá de eso. Que haya un canto nuevo en nuestro ser, va por el mismo camino que nuestra vida esp

“… me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” 2 Corintios 12:9

  En cada momento de victoria es muy fácil estar adelante y recibir los honores y los laureles. Pero cuando Dios nos deja saborear por un momento la dificultad y la derrota, es ahí cuando debemos recordar que sólo Cristo es la fuente de nuestra fortaleza. 2 Corintios 12:9 (2 Cor. 12:9) está en medio de un testimonio de dificultad y debilidad. Lamentamos cuando nos encontramos en momentos como esos; es difícil decir a Dios “heme aquí” porque ni la mitad de nuestro ser, ni la mitad de nuestra fuerza están presentes, nos sentimos incompletos, vacios. El Salmo 31:12 (Psalm 31:12) nos da una figura de cómo se siente un creyente cuando pasa por el desaliento. La figura es un baso que no está al 100% de su capacidad. Hay una fisura por la cual se escapa el liquido que tiene en su interior. A veces sentimos esa fuga, por alguna parte se escapa la llenura que nuestro Dios nos da cada día. Pero es allí cuando David, el escritor de este salmo, dice: “En ti, oh Jehová he confiado…, inc