Ir al contenido principal

Usted nació rico

Efesios 1:3; Romanos 8:35-39

El que ha recibido a Cristo como su Salvador ha sido unido a Cristo, pero en este viaje está yendo por un mundo impío, que tiene una atmosfera hostil. Así, el creyente necesita una atmosfera en la cual pueda respirar.

De la misma manera que los astronautas necesitan llevar su propia atmosfera cuando van a la luna, el creyente necesita su atmosfera espiritual para sustentar su vida espiritual cuando está en este mundo.

El creyente necesita alimento espiritual, compañía espiritual, ejercicio espiritual, fuerza espiritual y armas espirituales.

Dios ha bendecido al creyente con “toda” bendición espiritual (Ef. 1.3) Muchos de esas bendiciones son mencionadas en la carta de Pablo a los Efesios.

Dios no reserva nada al momento de dar los beneficios al creyente –todas la bendiciones espirituales están disponibles. Dios no solamente nos ha dado de su riqueza, sino que también Dios ha provisto para el creyente “de acuerdo” a SUS riquezas.

No hay ni un beneficio para el creyente, que Dios no pueda proveer.

Cada bendición que nuestro espíritu, alma y cuerpo necesita; cada bendición que se necesita nuestro pasado, presente y futuro; cada bendición que necesitamos para nuestra salvación, santificación y servicio; y cada bendición que necesitamos en el tiempo y en la eternidad, ha sido provista en Cristo para el creyente.

Como se ve en 2 Corintios 9:8, Dios puede hacer que SU gracia abunde para el creyente; así cada uno tiene todo lo que necesite para cubrir cualquier problema espiritual.

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”. (2 Pedro. 1:3).

 

 

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

Entradas más populares de este blog

Familia Luzuriaga - Gracias a Dios - Thanksgiving season

[English after Spanish] [ Download a printable copy - Descargue para imprimir ] Boletín 09 – noviembre 2019 Comenzamos esta publicación, agradeciendo a todos los que están orando por la difícil situación que está enfrentando Chile.  Al hablar con nuestros familiares allá y con nuestra iglesia enviadora , nos damos cuenta de la gravedad de los hechos.  Oramos para que Dios tenga misericordia de nuestro país y Chile vuelva sus ojos a Cristo.  Hoy, más que nunca, debemos orar por las autoridades y nuestros hermanos alrededor del mundo.  Vemos con tristeza, cómo el mundo va de mal en peor; "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" 2 Pedro 3:13 Aún en medio de todo el caos político y social, agradecemos a Dios por todas las oportunidades de servirle que nos ha dado durante estos 11 meses en Ecuador.  Sin duda, nosotros hemos sido tremendamente bendecidos al enseñar y compartir con...

El hábito de la obediencia

Ester 2 A un centurión romano se le ordenó entregar un mensaje. Para llegar a su destino, tuvo que cruzar varios terrenos peligros. Uno de los soldados bajo su mando, se acercó y le dijo: “señor, si usted trata de entregar este mensaje, le matarán”.  El centurión miró fijamente al joven y le respondió: “soldado, no es necesario para mi vivir, lo único necesario para mi es obedecer”. La Biblia nos hace hincapié en la virtud de obedecer a aquellos que están en autoridad ( Romanos 13:1 ). Pero el respeto a la autoridad comienza en casa. Mardoqueo enseñó a Ester a ser obediente, –una costumbre que ella tuvo hasta que fue adulta- Fue ese habito de obediencia que hizo la diferencia cuando ella necesitó poner su vida en riesgo por todo su pueblo. ( Ester 4:15-16 ). Esta clase de obediencia es la que necesita nuestra vida espiritual. ¿Si no respetamos debidamente a aquellos a quienes podemos ver, cómo esperamos que podemos obedecer a Dios, a quien no podemos ver? De la manera como ...