El que ha recibido a Cristo como su Salvador ha sido unido a Cristo, pero en este viaje está yendo por un mundo impío, que tiene una atmosfera hostil. Así, el creyente necesita una atmosfera en la cual pueda respirar.
De la misma manera que los astronautas necesitan llevar su propia atmosfera cuando van a la luna, el creyente necesita su atmosfera espiritual para sustentar su vida espiritual cuando está en este mundo.
El creyente necesita alimento espiritual, compañía espiritual, ejercicio espiritual, fuerza espiritual y armas espirituales.
Dios ha bendecido al creyente con “toda” bendición espiritual (Ef. 1.3) Muchos de esas bendiciones son mencionadas en la carta de Pablo a los Efesios.
Dios no reserva nada al momento de dar los beneficios al creyente –todas la bendiciones espirituales están disponibles. Dios no solamente nos ha dado de su riqueza, sino que también Dios ha provisto para el creyente “de acuerdo” a SUS riquezas.
No hay ni un beneficio para el creyente, que Dios no pueda proveer.
Cada bendición que nuestro espíritu, alma y cuerpo necesita; cada bendición que se necesita nuestro pasado, presente y futuro; cada bendición que necesitamos para nuestra salvación, santificación y servicio; y cada bendición que necesitamos en el tiempo y en la eternidad, ha sido provista en Cristo para el creyente.
Como se ve en 2 Corintios 9:8, Dios puede hacer que SU gracia abunde para el creyente; así cada uno tiene todo lo que necesite para cubrir cualquier problema espiritual.
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”. (2 Pedro. 1:3).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org