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Mostrando las entradas de septiembre, 2009

No es imitación, es encarnación.

Romanos 12:1-5 Jesucristo quiere vivir SU vida en nosotros. ÉL quiere usar nuestros ojos para contemplar lo que está pasando hoy en el mundo. ÉL quiere usar nuestros oídos para escuchar el llanto de los perdidos y de aquellos que están en angustia y necesidad. ÉL quiere usar nuestros labios para decirle a otros el evangelio. ÉL quiere usar nuestro corazón para expresar la compasión y amor a todo el mundo. ÉL quiere usar nuestra mente para pensar en lo que está pasando y tener algo que decir a la gente que está envuelta en el mundo. ÉL quiere usar nuestras manos para hacer SU trabajo, y nuestros pies para ir a lugares a donde la gente necesita SU ayuda. El cuerpo también incluye el alma, la cual es el asiento del intelecto, de las emociones y de la voluntad. Dios no solamente quiere el aspecto físico de nuestros cuerpos, sino que también quiere nuestro intelecto, emociones y voluntad. Cristo quiere pensar SUS pensamientos a través de nosotros, y quiere tener nuestras mentes b

Tu deuda con el Espíritu Santo

Romanos 8:6-17 No es pecado el ser tentado, pero sí es pecado dejarse llevar y ceder a la tentación. Así que en el momento en que llega la tentación, es hora de aplicar Romanos 8:13 “hacer morir las obras de la carne, por el poder del Espíritu Santo” Note que es solamente a través del Espíritu Santo que efectivamente lo podemos hacer. Esto nos llama a tener una nueva actitud. Debemos reconocer que somos responsables por nosotros mismos. No podemos eludir nuestra responsabilidad simplemente diciendo: “bueno, es trabajo del Espíritu Santo, así que yo no soy responsable” El Espíritu Santo no va a trabajar, ni puede trabajar si nuestras mentes no están determinadas a odiar el pecado y rechazar lo que nuestra naturaleza pecaminosa nos incita a hacer. No es simplemente un asunto de sentimiento el odiar el pecado, sino que es una determinación de nuestra voluntad. La mente es el asiento de la voluntad, y debemos usar nuestra capacidad de pensamiento para elegir entre lo que es bueno

Muerto a la ley.

Romanos 7:1-6 Cada persona que dice cumplir la ley no tiene noción del propósito de la ley. No fue dada para la salvación de nadie; fue dada para mostrarnos la necesidad de tener fe en Cristo. La ley exhibe y expone la justicia de Dios, pero no da el poder de desarrollarla. Todo lo que hace es condenarnos cuando fallamos a Dios. Dios nos ha hecho libres, a través de Cristo, tanto de la naturaleza adánica (Romanos 6) como de la Ley (Romanos 7). Todo esto ha sido hecho para que podamos ser libres para vivir para Dios. También debemos recordar que no solo que la ley nunca va a terminar, sino que también los “estándares” de Dios, prescritos en la ley nunca van a decrecer. La ley hace posible que el individuo vea su propio pecado, y lo condena porque es pecador. Pero no le ayuda a vivir una vida piadosa. Por eso es necesario que la relación de la persona con la ley cambie. Y eso es exactamente lo que sucede cuando el individuo confía en Cristo como su Salvador y por eso se debe

¿Considero mi muerte ahora?

Romanos 6:11-14 La consideración se basa en una verdad absoluta. No podemos considerar algo como verdad, si no es realmente verdad. Es cierto que Cristo murió por nosotros y que cuando creemos en ÉL como Salvador, nosotros morimos como ÉL. Eso es un hecho. Y en que ÉL vive, y nosotros también vivimos. Esto también es un hecho. Así la consideración está basada en hechos reales y no en experiencias personales. Yo no me considero a mi mismo como muerto al pecado porque me siento muerto. Tampoco me considero vivo para Dios, porque me siento vivo. La experiencia es importante cuando le damos su lugar y la ocupamos en el lugar que debe ser ocupada. Pero la experiencia no determina la verdad. Así que, sabiendo lo que es verdad, debemos considerar la verdad; y luego vendrá una apropiada experiencia en base a la verdad que conocemos. Quizás usted diga: “Pero yo le fallo a ÉL, aún después de contar con el hecho de que he muerto al pecado; por lo tanto no debo estar muerto al pecado”. N

Uno con Cristo

Romanos 6:1-10 Después que un individuo es justificado por la fe en Cristo, él va descubrir que aun tiene una naturaleza pecaminosa. Esto obviamente le trae problemas, y se encuentra a sí mismo cometiendo pecados que no desea cometerlos. Así rápidamente se convierte en un creyente dominado por el pecado. ¿Qué es lo que hace Dios al respecto? La solución a este problema es nuestra identificación con Jesucristo en su muerte y resurrección. En esta identificación Dios santifica o nos hace santos, justifica a cada uno (un pecador salvado por la gracia). Considerando que la justificación va a lidiar con la culpa por el pecado, la santificación (identificación) lidia con el poder del pecado en la vida del creyente. ¿Cómo Dios me santifica o me hace santo en la vida diaria? Romanos 6 nos da la respuesta. Es la unión o identificación con Cristo. Note nuevamente que cada cosa que tenemos viene únicamente por Cristo. Comenzando por la unión con, o identificación con Cristo, es lo que l

Un sonido de triunfo.

Romanos 5:3 ; 2 Corintios 4:7-18 Humanamente hablando, a nadie le gustan los problemas ni las tribulaciones. Dentro de nosotros hay algo que nos hace reaccionar negativamente a las dificultades. La palabra “gloria” significa “regocijarse”. Nunca un no creyente puede regocijarse; pero en cambio, toda la perspectiva de un creyente es cambiada en base de su relación con Cristo. Un cristiano verdadero puede ver una tribulación de frente y decir: “agradezco a Dios por esta dificultad; y me regocijo por esto”. Note que Romanos 5:3 no dice que nos regocijamos a pesar de las tribulaciones sino que dice que nos regocijamos en las tribulaciones. A veces es una lección extremadamente difícil de aprender. ¿Usted la ha aprendido? Si aun no lo ha hecho, se está perdiendo de una de las más grandiosas bendiciones que Dios ha guardado para usted. Usted puede regocijarse y agradecer a Dios aun por las tribulaciones por las cuales usted está atravesando. Para la mayoría de creyentes les es fa

Seguros en nuestra posición.

Romanos 5:1-5 Nuestra posición delante de Dios está segura por la gracia por medio de la cual tenemos una entrada constante (5:2). No necesitamos nuevas credenciales cada vez que nos acercamos a Dios. Eso es posible por lo que Jesucristo hizo por nosotros en la cruz. Dios no nos acepta por lo que nosotros somos, sino por lo que somos en Cristo. Dios hace que su gracia abunde para con nosotros ( 2 Corintios 9:8 ), y por eso podemos acercarnos confiadamente a su presencia inmediata ( Hebreos 10:19 ) Todo esto está disponible para nosotros; nuestra responsabilidad es simplemente actuar sobre la base de lo que Dios ha hecho posible para nosotros. Necesitamos seguir los principios dispuestos por Jesucristo: “Si alguno tiene sed…. venga a mi y beba” ( Juan 7:37 ) A través de la gracia, Dios ha hecho que todos estos beneficios estén listos para que nosotros los usemos; ahora simplemente necesitamos apropiarnos de ellos, para tener la posibilidad de vivir sobre la base de lo que Dios h

El temor mas importante.

Romanos 3:9-18 Romanos 3:18 no está hablando acerca del temor reverencial de Dios que una persona tiene; quien le reconoce como el Gran Todo-Poderoso de todas las edades, y a quien sirve. En lugar de eso, este versículo se refiere a aquellos a quienes no les preocupa la existencia, el carácter o los atributos de Dios. Ellos piensan que Dios no se merece ni el esfuerzo de pensar en ÉL. Han fallado completamente en reconocer su responsabilidad delante de Dios. El problema básico de la gente – la raíz que causa todos sus problemas – es que no conocen a Dios; y que no temen reunirse con Dios en el momento de su muerte. La gente habla muy a la ligera acerca de la muerte por que no quieren hacer frente a esa realidad. La gente ha tomado como por sentado que Dios, si es que realmente existe, va a pasar por alto todo lo que ellos hacen, y de todas maneras les cuidará y les perdonará toda su liviana manera de vivir. El que la gente rechace colocar a Dios como el Dios de su vida, es la

Hacer y enseñar siempre van juntos.

Romanos 2:17-29 Necesitamos pensar seriamente si somos buenas ilustraciones de lo que enseñamos. Enseñamos a la gente que no debemos robar, pero ¿robamos?. Quizás nunca robemos un banco, pero ¿somos culpables de retener dinero que le pertenezca a los demás?, ¿somos totalmente honestos en declarar nuestros impuestos? Robar involucra mucho más que solo dinero, también involucra tiempo. ¿Estamos robando el tiempo de Dios, cuando hacemos cosas o nos involucramos en actos que Dios realmente nunca ha demandado de nosotros? ¿Estamos poniendo a Dios en primer lugar en nuestras vidas, no solo en lo que concierne en nuestras finanzas o nuestro tiempo? O, ¿le estamos dando a Dios nuestras finanzas y tiempo que nos sobra?. Nunca debemos pensar que una vez entregado algo de dinero y tiempo a Dios, el resto es nuestro y que podemos hacer lo que queramos y como lo queramos. Todo lo que tenemos pertenece a Dios, así que siempre debemos considerar a Dios en todos nuestros planes futuros y en

Dios odia el pecado, ¿yo debo odiarlo?

Romanos 1:18-25 Debe haber un completo entendimiento de lo que la ira de Dios es. Nunca debe ser confundida con la ira del hombre, la cual es pecaminosa. La ira de Dios no es un sentimiento súbito o un temperamento; tampoco es un deseo de venganza. Todas estas cosas son pecado y no podemos atribuir a Dios el pecado. La ira de Dios es una actitud de oposición a toda la maldad. Esta actitud nunca cambia. Siempre culminará en un juicio justo de todos los que rechazan el amoroso ofrecimiento de Dios. Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador. Esto se manifestó claramente cuando abrió una manera para que el pecador escape de las consecuencias del pecado, proveyendo una tremenda salvación a través de Cristo. La actitud de Dios hacia el pecador la encontramos en el conocido pasaje de Juan 3:16 “De tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo…” Su actitud hacia el pecado, sin embargo, es completamente diferente. El pecado es del diablo, y Dios, en su ira, está en contra de él.

El testimonio de un hombre.

Romanos 1:13-17 En Romanos 1:14-16 Pablo hace tres declaraciones significativas sobre sí mismo. Primero, él dice: “ soy deudor ” (v.14). Él se da cuenta de que tiene una obligación ya que ha visto la verdad concerniente a Jesucristo. Aquellos de nosotros que hemos sido reconciliados con Dios a través de la sangre de Cristo tenemos un ministerio, el de la reconciliación -- Tenemos la obligación de llevar el mensaje a otros. (leer 2 Corintios 5:18-20 ) Cuando estemos frente a Cristo para dar cuenta, nuestra fidelidad al cumplimiento de este ministerio, sin lugar a dudas, será una de las preocupaciones más latentes. En segundo lugar, Pablo declara: “ pronto estoy ” (v.15). Es una cosa tener un sentido de obligación y hasta estar dispuesto, pero es otra cosa estar listo. Estar listo, involucra una actitud mental, esto es, poner nuestro ser a disposición de Dios para hacer SU voluntad. En tercer lugar, Pablo dice: “ no me avergüenzo ” (v.16) Él no se avergonzaba del Evangelio de J

Reivindicado por Dios.

Job 42:7-17 La reivindicación de Job fue delante de sus “amigos”. Dios le llamó “mi siervo” y le hizo actuar en la capacidad de un sacerdote para con los tres amigos que le habían calumniado tan cruelmente. No solo necesitamos ver lo que Dios puede hacer con Job, sino que es necesario que veamos lo que Dios puede hacer con nosotros. Aprendemos de Job, y eso también es parte de la reivindicación. El sufrimiento de los hombres y mujeres de Dios siempre incluye una recompensa o un premio. Puede ser que no venga en esta vida. Sí vino en la vida de Job, y podemos estar seguros de que eventualmente vendrá para nosotros. La Biblia lo dice y así lo creemos. La recompensa de Job tenía que ser durante su vida, con el propósito de cumplir el objeto de la lección que Dios quiere presentarnos. La vida para los creyentes, no termina con sus días en la tierra, sino que continua en el cielo. Todos los creyentes tienen una herencia reservada en el cielo. La Biblia nos dice en muchos lugar

Dos verdades inseparables.

Job 42:1-6 Job tiene ahora una mejor comprensión de Dios, lo cual le da una nueva comprensión de sí mismo. Él se da cuenta de que es una persona vil. Muchos creyentes creen que han alcanzado la madurez espiritual cuando dan por sentado mentalmente la doctrina de la depravación humana, ya que piensan que todos hemos caído en la depravación y el ser humano es así. Pero es una cosa hablar de la vileza humanad y de la depravación en general; y es otra cosa muy diferente darnos cuenta de que nosotros mismos somos viles en nuestro interior. Decir delante de Dios “yo soy vil”, es al punto donde Job llegó y es el punto a donde nosotros queremos llegar. Esto es personal, íntimo, un asunto personal entre Dios y cada uno. Es algo que un creyente no puede enseñar a otro creyente. Viene solo como el resultado del trabajo del Espíritu Santo en nuestros corazones. Estas dos cosas siempre van juntas: “Mis ojos te ven” (42:5) y “me aborrezco” (v.6)  Tener una nueva visión de Dios y de Su just

Nada mas que decir.

Job 40:1-5 Job había contendido con Dios. Él argumentaba contra Dios, luchando contra ÉL, que no le gustaba la situación en que se encontraba. Job, la criatura, había dictado una sentencia en contra de Dios, el Creador. Hasta había acusado a Dios de hacer mal las cosas. Ahora, Dios había respondido a Job y le había dejado sentir SU presencia. Por naturaleza Dios había hecho énfasis en lecciones muy obvias, por eso Job no podía fallar en captar los principios morales que dichas lecciones involucraban. Con razón Job responde que él era vil. ¿Cómo Job podía responder a Dios después de que Dios le revelara su cuidado por sus criaturas? Job se dio cuenta de cuan despreciable había sido cuando dijo lo que dijo en cuanto a Dios. Él pensó que Dios era cruel e injusto; cuando realmente Dios estaba mostrando su amor por Job. Finalmente Job pensó que lo mejor que podía hacer era no decir ni una palabra más; era mejor sellar su boca poniendo su mano sobre su boca; y solo escuchar a Dios.

Cuando Dios habla

Job 38:1-11 Dios habló a Job desde un torbellino en este momento, y lo que dijo, tuvo un inmediato efecto. La voz de Dios le dio conciencia a Job de la presencia de Dios, a quien no había visto y de quien dijo que no lo podía encontrar. Antes que esto, la discusión había sido sobre Dios y si ÉL estuviera ausente. Ahora Job está consiente de la cercanía de Dios. Cuando una persona súbitamente se da cuenta de que está en la presencia de Dios, su vida puede ser afectada profundamente. En un momento Pedro dijo: “apártate de mi, porque soy hombre pecador” (Lucas 5:8). Pedro se dio cuenta que desde que está en la presencia del Señor Jesús, él estaba en la presencia de Dios. Dios no restauró inmediatamente la salud de Job o sus posesiones. ÉL ni siquiera discutió con Job, ¿por qué debía haberlo hecho? En lugar de hacerlo, le hizo a Job una serie de preguntas que estaban diseñadas para traerlo a él a un punto de vista propio de Dios y a una convicción profunda de Dios. Job había de

Dios es mas grande que el hombre

Job 33:1-12 El primer pensamiento de Eliú cuando se acercó a Job y su problema, fue hacer muy claro que Dios es más grande que el hombre. Este es un hecho que claramente entendemos, si tenemos la respuesta correcta en tiempos de tribulaciones. Eliú descubrió las faltas de Job, sin ganarse la oposición de Job. Esto es un arte que el Espíritu de Dios imparte, si le permitimos hacerse cargo de nuestras ganas de ayudar a otros. Nada hiere a una persona recta, tanto como las sospechas infundadas y cualquier acusación que se haga y que pueda crecer en cuanto a él. Las iglesias que viven la Palabra de Dios y los pastores pueden aplicar este principio de apuntar las faltas de los demás sin ofenderlos. Necesitamos ser muy cuidadosos de no dejar que un espíritu carnal nos divida y nos lastime tanto que Dios encuentre difícil el usarnos para SU obra. El problema de Job fue el orgullo, la obstinación, y aun más, fue indeciso en cuanto de la bondad de Dios. Esto fue lo que le llamó la atenc