Romanos 5:3; 2 Corintios 4:7-18
Humanamente hablando, a nadie le gustan los problemas ni las tribulaciones. Dentro de nosotros hay algo que nos hace reaccionar negativamente a las dificultades.
La palabra “gloria” significa “regocijarse”. Nunca un no creyente puede regocijarse; pero en cambio, toda la perspectiva de un creyente es cambiada en base de su relación con Cristo.
Un cristiano verdadero puede ver una tribulación de frente y decir: “agradezco a Dios por esta dificultad; y me regocijo por esto”.
Note que Romanos 5:3 no dice que nos regocijamos a pesar de las tribulaciones sino que dice que nos regocijamos en las tribulaciones. A veces es una lección extremadamente difícil de aprender. ¿Usted la ha aprendido?
Si aun no lo ha hecho, se está perdiendo de una de las más grandiosas bendiciones que Dios ha guardado para usted. Usted puede regocijarse y agradecer a Dios aun por las tribulaciones por las cuales usted está atravesando.
Para la mayoría de creyentes les es familiar el versículo de Romanos 8:28, el cual enfatiza que Dios está trabajando en poner todas las cosas juntas para nuestro bien y para Su gloria.
Dios está usando cada cosa, no importa si usted la llama tribulación o no, para moldearnos a la imagen de Su Hijo (v.29). Y toma ciertas complicaciones el que lleguemos a ser como Cristo.
Para que nosotros lleguemos a tener ciertas cualidades de Cristo, necesitamos pasar por dificultades. Ellas nos enseñan valiosas lecciones en la escuela cristiana de la experiencia.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org