Job 2:1-10 Satanás no se dio por vencido fácilmente. No tuvo éxito la primera vez, por eso mismo volvería a intentar su ataque. Él ya había quitado a Job todas sus posesiones y su familia, pero ahora iba a tocar a Job en donde pensaba que todas las personas son vulnerables. Lo que Satanás se proponía era añadir sufrimiento físico a los problemas que ya tenía, suponiendo que lo llevaría hasta un punto en el cual Job quedaría destruido. Dios le había dado su permiso, así que Satanás trajo una terrible enfermedad sobre Job. Algunos creen que fue una forma de lepra negra, que es una forma de lepra más terrible que existe. Aun después de todo eso, Satanás no siguió molestando a Job; pero algo peor estaba aun por venir. La esposa de Job le dijo: “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” (v.9) Ella debió haber pensado que Dios, al cual Job servía, se había olvidado de Job. Posiblemente ella pensó que Dios, no podía ser un Dios de amor, siendo que ha permitido que todo
Actualidad del ministerio misionero de la familia Luzuriaga en Ecuador