1 Reyes 17:1-16
Porque Elías era un hombre como nosotros, sin duda, se preguntaría ¿qué Dios tenía para que él pudiese pasar por esa sequía?, cuando vio que el arroyo comenzaba a secarse. Siendo que Elías confiaba en Dios, obviamente creía que la ayuda llegaría de una manera u otra.
Dios no envió inmediatamente un repentino vendaval de lluvia a ese vecindario, ni le proporcionó milagorsamente una fuente de agua en ese lugar. En lugar de ello, Elías tuvo que levantarse e ir a Sarepta y quedarse allí. Sólo una viuda le daría algo de comida para él en Sarepta.
Pocos de nosotros se han enfrentado a situaciones tan extremas como este viuda estaba experimentando. Parece como si cada día enfrentaba una hambruna tremenda, pero también cada día experimentaba una fe tal, que confiaba en Dios para satisfacer sus necesidades.
El resultado fue que ella y su casa "comerían muchos días" (1 Reyes 17:15). Dios no suministra un año en un momento, pero sí lo hace un día a la vez.
Esto es lo que necesitamos con respecto a la gracia de Dios. No necesitamos un gran arsenal de Dios para que tengamos de sobra para hoy y para el futuro. En cambio de eso, sí necesitamos una porción diaria de Dios, de su gracia y de su Palabra; los cuales Dios nos suministra libremente.
El maná se recogía todos los días, no en la noche, sino en la mañana, y cada recogía para sí mismo. Por lo tanto, de la misma manera debemos aceptar la gracia de Dios.
No podemos acumular la gracia de hoy para usarla mañana, o; usar la gracia de ayer en situaciones de hoy. No podemos acumular lo vivido y aprendido el domingo en la iglesia y pretender que es suficiente para toda la semana. Debemos tener contacto diario con Dios, especialmente en la mañana.
"Danos hoy nuestro pan de cada día" (Mateo 6:11).
Porque Elías era un hombre como nosotros, sin duda, se preguntaría ¿qué Dios tenía para que él pudiese pasar por esa sequía?, cuando vio que el arroyo comenzaba a secarse. Siendo que Elías confiaba en Dios, obviamente creía que la ayuda llegaría de una manera u otra.
Dios no envió inmediatamente un repentino vendaval de lluvia a ese vecindario, ni le proporcionó milagorsamente una fuente de agua en ese lugar. En lugar de ello, Elías tuvo que levantarse e ir a Sarepta y quedarse allí. Sólo una viuda le daría algo de comida para él en Sarepta.
Pocos de nosotros se han enfrentado a situaciones tan extremas como este viuda estaba experimentando. Parece como si cada día enfrentaba una hambruna tremenda, pero también cada día experimentaba una fe tal, que confiaba en Dios para satisfacer sus necesidades.
El resultado fue que ella y su casa "comerían muchos días" (1 Reyes 17:15). Dios no suministra un año en un momento, pero sí lo hace un día a la vez.
Esto es lo que necesitamos con respecto a la gracia de Dios. No necesitamos un gran arsenal de Dios para que tengamos de sobra para hoy y para el futuro. En cambio de eso, sí necesitamos una porción diaria de Dios, de su gracia y de su Palabra; los cuales Dios nos suministra libremente.
El maná se recogía todos los días, no en la noche, sino en la mañana, y cada recogía para sí mismo. Por lo tanto, de la misma manera debemos aceptar la gracia de Dios.
No podemos acumular la gracia de hoy para usarla mañana, o; usar la gracia de ayer en situaciones de hoy. No podemos acumular lo vivido y aprendido el domingo en la iglesia y pretender que es suficiente para toda la semana. Debemos tener contacto diario con Dios, especialmente en la mañana.
"Danos hoy nuestro pan de cada día" (Mateo 6:11).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga - www.familialuzuriaga.blogspot.com
Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp
Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc.
(Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA.
Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org