Ir al contenido principal

Hacer y enseñar siempre van juntos.

Romanos 2:17-29

Necesitamos pensar seriamente si somos buenas ilustraciones de lo que enseñamos.

Enseñamos a la gente que no debemos robar, pero ¿robamos?. Quizás nunca robemos un banco, pero ¿somos culpables de retener dinero que le pertenezca a los demás?, ¿somos totalmente honestos en declarar nuestros impuestos?

Robar involucra mucho más que solo dinero, también involucra tiempo. ¿Estamos robando el tiempo de Dios, cuando hacemos cosas o nos involucramos en actos que Dios realmente nunca ha demandado de nosotros?

¿Estamos poniendo a Dios en primer lugar en nuestras vidas, no solo en lo que concierne en nuestras finanzas o nuestro tiempo? O, ¿le estamos dando a Dios nuestras finanzas y tiempo que nos sobra?.

Nunca debemos pensar que una vez entregado algo de dinero y tiempo a Dios, el resto es nuestro y que podemos hacer lo que queramos y como lo queramos. Todo lo que tenemos pertenece a Dios, así que siempre debemos considerar a Dios en todos nuestros planes futuros y en la administración de nuestro dinero.

Cada uno de nosotros necesita venir ante Dios con un corazón abierto y pedirle a ÉL lo que David pidió: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. (Salmo 139:23,24).

Dios ha dado a los creyentes la responsabilidad de esparcir el Evangelio a todo el mundo, y necesitamos usar todo lo que esté a nuestro alcance para cumplir esta tarea.  Cuan serio será si, cuando estemos delante del Señor, debamos admitir que lo que hicimos es mucho menos de lo que podíamos haber hecho.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. (1 Juan 1:8).

 

 

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.comTomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp.  Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

Entradas más populares de este blog

Familia Luzuriaga - Gracias a Dios - Thanksgiving season

[English after Spanish] [ Download a printable copy - Descargue para imprimir ] Boletín 09 – noviembre 2019 Comenzamos esta publicación, agradeciendo a todos los que están orando por la difícil situación que está enfrentando Chile.  Al hablar con nuestros familiares allá y con nuestra iglesia enviadora , nos damos cuenta de la gravedad de los hechos.  Oramos para que Dios tenga misericordia de nuestro país y Chile vuelva sus ojos a Cristo.  Hoy, más que nunca, debemos orar por las autoridades y nuestros hermanos alrededor del mundo.  Vemos con tristeza, cómo el mundo va de mal en peor; "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" 2 Pedro 3:13 Aún en medio de todo el caos político y social, agradecemos a Dios por todas las oportunidades de servirle que nos ha dado durante estos 11 meses en Ecuador.  Sin duda, nosotros hemos sido tremendamente bendecidos al enseñar y compartir con...

El hábito de la obediencia

Ester 2 A un centurión romano se le ordenó entregar un mensaje. Para llegar a su destino, tuvo que cruzar varios terrenos peligros. Uno de los soldados bajo su mando, se acercó y le dijo: “señor, si usted trata de entregar este mensaje, le matarán”.  El centurión miró fijamente al joven y le respondió: “soldado, no es necesario para mi vivir, lo único necesario para mi es obedecer”. La Biblia nos hace hincapié en la virtud de obedecer a aquellos que están en autoridad ( Romanos 13:1 ). Pero el respeto a la autoridad comienza en casa. Mardoqueo enseñó a Ester a ser obediente, –una costumbre que ella tuvo hasta que fue adulta- Fue ese habito de obediencia que hizo la diferencia cuando ella necesitó poner su vida en riesgo por todo su pueblo. ( Ester 4:15-16 ). Esta clase de obediencia es la que necesita nuestra vida espiritual. ¿Si no respetamos debidamente a aquellos a quienes podemos ver, cómo esperamos que podemos obedecer a Dios, a quien no podemos ver? De la manera como ...