Ir al contenido principal

Muerto a la ley.

Romanos 7:1-6

Cada persona que dice cumplir la ley no tiene noción del propósito de la ley. No fue dada para la salvación de nadie; fue dada para mostrarnos la necesidad de tener fe en Cristo.

La ley exhibe y expone la justicia de Dios, pero no da el poder de desarrollarla. Todo lo que hace es condenarnos cuando fallamos a Dios.

Dios nos ha hecho libres, a través de Cristo, tanto de la naturaleza adánica (Romanos 6) como de la Ley (Romanos 7). Todo esto ha sido hecho para que podamos ser libres para vivir para Dios.

También debemos recordar que no solo que la ley nunca va a terminar, sino que también los “estándares” de Dios, prescritos en la ley nunca van a decrecer.

La ley hace posible que el individuo vea su propio pecado, y lo condena porque es pecador. Pero no le ayuda a vivir una vida piadosa. Por eso es necesario que la relación de la persona con la ley cambie.

Y eso es exactamente lo que sucede cuando el individuo confía en Cristo como su Salvador y por eso se debe apropiar de su muerte con Cristo. El individuo yo no está más en condenación de la ley sino que está libre de su maldición, y libre para estar con Cristo.

Dios no nos libera de la ley para que hagamos pecado sin ser condenados; ÉL nos libera de la ley para que ÉL pueda activar su justicia en nosotros. Dios nos ha hecho libres no solo de la naturaleza pecaminosa sino también de la condenación de la ley.

Entonces, esto hace posible para Cristo, vivir SU vida en nosotros, y que nosotros podamos vivir una vida piadosa.

Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. (Gálatas. 2:19).

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp.  Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

Entradas más populares de este blog

Feliz Navidad a todos mis hermanos

  Queridos hermanos y hermanas en Cristo Queremos agradecer a Dios por todo lo que nos ha permitido vivir y servir durante este año. Vivimos cambios importantes en nuestra vida,  Dios se glorificó dándonos las fuerzas, la salud, el ánimo y la visión para seguir adelante en el pastorado de la Iglesia Bíblica Bautista Cordillera. Por la gracia de Dios este año ya tenemos un terreno para nuestra congregación y para levantar nuestro templo. Le damos la gloria y las gracias a Dios. Gracias a Dios tuvimos el 40% del costo del terreno para pagar en efectivo como pié. Ahora tenemos un compromiso de pagar el 60% en 4 años. Rogamos que nos ayuden con sus oraciones para que mes a mes podamos hacer los pagos y que el nombre de nuestro Gran Dios sea glorificado y su poder sea exaltado ante todos. Gracias a Dios por este primer paso. Confío que pronto entraremos en la etapa de construcción. Anhelamos un templo en donde podamos congregarnos pronto y así glorificar a Dios en el lugar ...

¿Qué puedo hacer cuando me enojo?

Efesios 4:17-27 Es evidente que debemos enojarnos con el pecado y odiar todo lo que nos separa de Dios o que nos haga perder la comunión con ÉL. Esto significa que habrán tiempos cuando odiemos lo que otros hagan en contra de la Palabra de Dios. Dicha ira puede ser referida a nosotros como “justa indignación”. Sin embargo, cuando dejamos que la ira haga nido en el corazón, entonces ese creyente ha sido dominado por el pecado; y proyecta ese pecado en una mala actitud hacia otros. En Efesios 4:26 Pablo advirtió que permitir un fuego de resentimiento que permanezca en el corazón de alguno puede convertirse en un incendio: “que no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Debemos hacer que en nuestra practica diaria, nunca nos retiremos sin estar seguros que hemos confesado pecados de actitud o acciones, “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Santiago 1:20). Jesucristo estuvo enojado con aquellos quienes resistieron a Dios. ÉL los llamó a los fariseos y saduceos “...

¿Qué hacer cuando hay desacuerdos?

Romanos 12:14-21 No es nuestra manera de proceder responder a la gente cuando ellos hacen algo contra nosotros. La venganza pertenece a Dios, tal como se indica en (Dt. 32:35) Siendo, que la venganza es de Dios, entonces suponer que podemos quitar de sus manos los asuntos que son sólo de Dios, no es posible. ÉL tiene en cuenta cada injusticia que se ha hecho en nuestra contra por lo que ÉL mismo cobrará esta cuenta. Hemos de seguir amando con el amor con que Dios nos ha amado. Que es el amor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Rom. 5:5). Cuando somos malentendidos por otros, necesitamos recurrir a la Palabra de Dios para encontrar fuerza y aliento. Un pasaje que es de mucho aliento está en Salmo 37:5-6.  “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía”. Desde este pasaje vemos que nuestra responsabilidad es entregar toda la situación al Señor. Si hemos sido falsamente acusados,...