En Romanos 1:14-16 Pablo hace tres declaraciones significativas sobre sí mismo. Primero, él dice: “soy deudor” (v.14). Él se da cuenta de que tiene una obligación ya que ha visto la verdad concerniente a Jesucristo.
Aquellos de nosotros que hemos sido reconciliados con Dios a través de la sangre de Cristo tenemos un ministerio, el de la reconciliación -- Tenemos la obligación de llevar el mensaje a otros. (leer 2 Corintios 5:18-20)
Cuando estemos frente a Cristo para dar cuenta, nuestra fidelidad al cumplimiento de este ministerio, sin lugar a dudas, será una de las preocupaciones más latentes.
En segundo lugar, Pablo declara: “pronto estoy” (v.15). Es una cosa tener un sentido de obligación y hasta estar dispuesto, pero es otra cosa estar listo. Estar listo, involucra una actitud mental, esto es, poner nuestro ser a disposición de Dios para hacer SU voluntad.
En tercer lugar, Pablo dice: “no me avergüenzo” (v.16) Él no se avergonzaba del Evangelio de Jesucristo.
Esto es una referencia fuerte y clara de la gran doctrina que el Espíritu Santo, a través de Pablo, enseña con una irrefutable lógica en los subsiguientes capítulos de Romanos; que es la doctrina de la justificación por fe.
O como algunos simplemente la llaman la doctrina de la salvación por fe.
“… santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro. 3:15).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.comTomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org