En cuanto vamos leyendo en Job 13, Job nuevamente dijo con mucha fuerza sus argumentos para no dejar que sus “amigos” arbitren su caso por él. Job les declara que él mismo llevaría su caso hasta Dios.
Job pone a un lado a sus amigos y les dice que lo que ellos saben él también lo sabe, y que no hay en Job nada que le haga inferior a ellos.
En todos estos discursos, tanto de Job como de sus amigos, observamos amargura. Lamentablemente vemos que algo de sus palabras ahora son un patrón de conducta para los creyentes de hoy.
Job estaba sufriendo mucho en cuerpo y alma, y los discursos de Elifaz, Bildad, y Zofar añadían más tormento a su ya abrumado corazón.
Job expresó con fuerza su resentimiento en contra de la injusta situación que le estaba sucediendo. De vez en cuando él se desahogaba diciendo lo que estaba dentro de su corazón, y sin embargo lo que decía a menudo eran declaraciones notables de la verdad acerca de Dios.
De lo que ya hemos visto en el capítulo 13, Job dijo que incluso si Dios le mataría, él confiaría igualmente en Dios. ¿Nosotros estaríamos dispuestos a decir tremenda declaración en medio de un sufrimiento intenso?
Solo un creyente con una profunda fe en Dios y un basto conocimiento de Dios, podría llegar a la conclusión de que pase lo que pase, o; cueste lo que cueste, nunca dejaría de confiar en Dios, por Dios sabe lo que está haciendo; y lo que Dios está haciendo siempre es lo mejor en su vida.
“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre”. (Salmo 118:8)
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.comTomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org