Ir al contenido principal

También podemos hacerlo

Santiago 5:16-18

La Biblia dice que Elías fue un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, otra traducción dice: “que era como nosotros en todo” (Santiago 5:17 BLS).

Dios nos permite ver donde falló Elías, por lo mismo debemos pensar que no estamos frente a un hombre perfecto. Él fue un ser humano como cualquiera de nosotros; pero lo que le hace especial y le coloca aparte de todo el grupo, es que él confiaba plenamente en Dios.

Lo que Elías pudo hacer, es posible para nosotros hoy en día.  Si Dios nos llama a un ministerio y si pondremos toda nuestra fe y confianza en Dios para hacer dicho ministerio; podemos hacer para Dios y para los hombres, un hermoso trabajo, que glorifique a Dios y que edifique a los demás; y que nos traiga regocijo a nosotros mismos.

Es verdad que no sabemos nada del trasfondo familiar de Elías o de su vida, antes de que su ministerio público empezara. Él aparece súbitamente y así mismo, también desaparece repentinamente de escena.

Así pues, lo vemos como un hombre que tiene la misma naturaleza caída que nosotros tenemos; fue blanco de tentaciones iguales a las nuestras, enfrentó las mismas pruebas y tribulaciones que todos nosotros enfrentamos día a día.

Él caminó con el mismo Dios con el cual nosotros tenemos el privilegio de caminar hoy. Él buscó a Dios por las mismas razones por las cuales nosotros lo buscamos hoy.

Hoy podemos buscar a Dios de la misma manera que Elías lo hizo. Nuestro Salvador hizo SU voluntad muy simple y quiere que nosotros la tomemos de la manera más simple también. “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá” (Mateo 7:7).  El apóstol Pablo dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

“El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye”. (Deuteronomio 33:27)

 

 

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.comTomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp.  Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

Entradas más populares de este blog

Familia Luzuriaga - Gracias a Dios - Thanksgiving season

[English after Spanish] [ Download a printable copy - Descargue para imprimir ] Boletín 09 – noviembre 2019 Comenzamos esta publicación, agradeciendo a todos los que están orando por la difícil situación que está enfrentando Chile.  Al hablar con nuestros familiares allá y con nuestra iglesia enviadora , nos damos cuenta de la gravedad de los hechos.  Oramos para que Dios tenga misericordia de nuestro país y Chile vuelva sus ojos a Cristo.  Hoy, más que nunca, debemos orar por las autoridades y nuestros hermanos alrededor del mundo.  Vemos con tristeza, cómo el mundo va de mal en peor; "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" 2 Pedro 3:13 Aún en medio de todo el caos político y social, agradecemos a Dios por todas las oportunidades de servirle que nos ha dado durante estos 11 meses en Ecuador.  Sin duda, nosotros hemos sido tremendamente bendecidos al enseñar y compartir con...

El hábito de la obediencia

Ester 2 A un centurión romano se le ordenó entregar un mensaje. Para llegar a su destino, tuvo que cruzar varios terrenos peligros. Uno de los soldados bajo su mando, se acercó y le dijo: “señor, si usted trata de entregar este mensaje, le matarán”.  El centurión miró fijamente al joven y le respondió: “soldado, no es necesario para mi vivir, lo único necesario para mi es obedecer”. La Biblia nos hace hincapié en la virtud de obedecer a aquellos que están en autoridad ( Romanos 13:1 ). Pero el respeto a la autoridad comienza en casa. Mardoqueo enseñó a Ester a ser obediente, –una costumbre que ella tuvo hasta que fue adulta- Fue ese habito de obediencia que hizo la diferencia cuando ella necesitó poner su vida en riesgo por todo su pueblo. ( Ester 4:15-16 ). Esta clase de obediencia es la que necesita nuestra vida espiritual. ¿Si no respetamos debidamente a aquellos a quienes podemos ver, cómo esperamos que podemos obedecer a Dios, a quien no podemos ver? De la manera como ...