Es significativo darse cuenta que la crucifixión es una vía de vida, no solamente una vía de muerte. La crucifixión de Jesucristo no fue el final de su obra de redención, por que ÉL resucitó de la tumba y nos provee de una vida resucitada.
Rom. 6:7 dice: “Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”. Esto significa que la persona que ha muerto está libre de la esclavitud y seducción del pecado.
La base para la glorificación de Pablo es la cruz de Cristo. Los Judaizantes habían buscado su propia gloria, pero solamente habían encontrado el fracaso vez tras vez. La clase de vida que ellos vivían a través de auto-imponerse reglas y regulaciones, solo buscaba su propia gloria.
Pero todas estas cosas que alcanzaban, estaban solamente en el terreno de la carne y la naturaleza pecaminosa que tenían, lo cual solo contribuía a desarrollar el pecado del orgullo.
Esto ha sido siempre un peligro que los creyentes deben enfrentar, y aun ahora sigue representando el mismo peligro. Hay mucha “vida cristiana” y “buen testimonio” que uno puede alcanzar en el terreno de la carne.
El gozo, la gloria y el deleite de Pablo estaba en Uno a quien el mundo crucificó. Dios puso su mano de aprobación en SU Hijo, quien fue crucificado, cuando le resucitó de la muerte.
¿Cual es su gloria o orgullo hoy?
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Gal. 5:24).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org