Ir al contenido principal

No hay lugar para envidias en la iglesia.

Romanos 12:6-16

Qué vergüenza cuando hay un espíritu de envidia sobre los miembros del cuerpo de Cristo. En lugar de eso debe haber alabanza a Dios por la manera en que ÉL usa a cada uno. Una traducción paráfrasis de Romanos 12:3 sería: “Ahora tengo una advertencia para ti, movido por la autoridad divina que Dios me ha dado, – y me dirijo a todos los que están entre vosotros – no sean altivos teniendo una noción injustificada de su propia importancia. Dejen sus pensamientos de soberbia, y tengan una medida proporcionada de sí mismo acuerdo a la fe, la cual Dios a dado proporcionadamente a cada hombre”.

Cuando nos levantamos con sentimientos de importancia debido a un don en particular que tengamos, debemos recordar que eso es un regalo de Dios. El Espíritu Santo entrega soberanamente dones a cada creyente, según ÉL mismo escoja (1 Corintios 12:11), no de acuerdo a lo que cada individuo quiera. Así que cuando criticamos a una persona que está ejercitando algún otro don, en verdad estamos criticando a Dios quien le dio determinado don a determinada persona.

Ese otro cristiano es también parte del cuerpo de Cristo, y le necesitamos a él así como él nos necesita a todos nosotros. Todos los que hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador y Señor, somos miembros del Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27).

Una persona no debe pretender ser algo que no está en la voluntad de Dios para él, porque Dios le ha hecho lo que él es, y tiene un lugar particular para él en el Cuerpo. Frecuentemente la gente está insatisfecha con el don o los dones que tienen. Desearían tener otro don, o les gustaría ser como otra persona. Pero cada don, sin importar cuan insignificante pensemos que sea, es útil y digno en el Cuerpo de Cristo. Es por eso que Dios ha dado a cada uno un don en particular. Necesitamos darnos cuenta de que Dios sabe lo que está haciendo cuando viene la distribución de los dones para sus hijos.

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”. (Romanos. 12:10).

 

 

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

Entradas más populares de este blog

Familia Luzuriaga - Gracias a Dios - Thanksgiving season

[English after Spanish] [ Download a printable copy - Descargue para imprimir ] Boletín 09 – noviembre 2019 Comenzamos esta publicación, agradeciendo a todos los que están orando por la difícil situación que está enfrentando Chile.  Al hablar con nuestros familiares allá y con nuestra iglesia enviadora , nos damos cuenta de la gravedad de los hechos.  Oramos para que Dios tenga misericordia de nuestro país y Chile vuelva sus ojos a Cristo.  Hoy, más que nunca, debemos orar por las autoridades y nuestros hermanos alrededor del mundo.  Vemos con tristeza, cómo el mundo va de mal en peor; "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" 2 Pedro 3:13 Aún en medio de todo el caos político y social, agradecemos a Dios por todas las oportunidades de servirle que nos ha dado durante estos 11 meses en Ecuador.  Sin duda, nosotros hemos sido tremendamente bendecidos al enseñar y compartir con...

El hábito de la obediencia

Ester 2 A un centurión romano se le ordenó entregar un mensaje. Para llegar a su destino, tuvo que cruzar varios terrenos peligros. Uno de los soldados bajo su mando, se acercó y le dijo: “señor, si usted trata de entregar este mensaje, le matarán”.  El centurión miró fijamente al joven y le respondió: “soldado, no es necesario para mi vivir, lo único necesario para mi es obedecer”. La Biblia nos hace hincapié en la virtud de obedecer a aquellos que están en autoridad ( Romanos 13:1 ). Pero el respeto a la autoridad comienza en casa. Mardoqueo enseñó a Ester a ser obediente, –una costumbre que ella tuvo hasta que fue adulta- Fue ese habito de obediencia que hizo la diferencia cuando ella necesitó poner su vida en riesgo por todo su pueblo. ( Ester 4:15-16 ). Esta clase de obediencia es la que necesita nuestra vida espiritual. ¿Si no respetamos debidamente a aquellos a quienes podemos ver, cómo esperamos que podemos obedecer a Dios, a quien no podemos ver? De la manera como ...