La carne y el Espíritu Santo son contrarios, el uno se opone al otro. Su razón y sus propósitos están diametralmente opuestos. Cada uno le dice NO al otro.
Esto, por supuesto, resulta en un punto muerto para el cristiano. Esto, es el porqué de lo que dice el apóstol: “para que no hagáis lo que quisiereis”. (Gal. 5:17)
Un error que muchos de nosotros hemos cometido es que hemos tratado de ganar la victoria sobre la carne a través de nuestra propia voluntad y esfuerzos. Pero esto es lo mismo, que tratar de vencer a la carne con la carne.
Estamos tratando de dominar la carne usando nuestra misma carne. ¿Podemos asignar al diablo la tarea de conquistar al diablo mismo?.
Alguien ha dicho lo siguiente como una solución a este problema: “El Señor ha votado por mi; el diablo ha votado en mi contra. Cualquiera que sea mi voto, yo le doy la victoria”.
Si determinamos caminar en el Espíritu, estamos emitiendo nuestro voto en la manera correcta. Esta es la elección que debemos hacer si queremos vencer la concupiscencia de la carne.
El camino de la libertad, entonces, es caminar en el Espíritu (Gal. 5:16). Vamos a ser guiados por el Espíritu (Gal. 5:18). Y así, vamos a vivir en el Espíritu (Gal 5:25).
Si le dejamos al Espíritu Santo que nos de la mano y nos lleve; si vamos a dejar que nuestra vida dé pasos prácticos día a día y así formar en nosotros la expresión de SU voluntad, entonces, vamos a ser victoriosos.
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. (Rom. 8:6).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org