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¿Cristo se siente cómodo en su corazón?

Efesios 3:14-21

Pablo se refiere a su relación interior con Cristo cuando escribió: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo sino que Cristo vive en mi…” (Gal. 2:20)

Así como Pablo oró por los Efesios, también oró para que Cristo pueda habitar en sus corazones y ocupe el trono de sus vidas. En sí, oró para que Cristo esté como en SU casa, y no sea meramente un invitado temporal.

ÉL estará completamente “en casa” en nuestras vidas en la medida en que ÉL sea el Señor de nuestras vidas. Cuando le recibimos como nuestro Salvador, ÉL viene a vivir permanentemente en nosotros. Pero ahora nuestra necesidad es ponerle a Cristo en el primer lugar en cada ámbito de nuestra vida, de tal manera que ÉL se sienta como en “SU casa” al vivir en nuestro corazón.

Cuando llegamos a este punto, nuestro deseo será el mismo que el de Pablo cuando dijo: “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte” (Filipenses 3:10)

Note que el lugar donde vive Cristo es “en su corazón” (Efesios 3:17). Cristo vive en el hombre interior y desea tomar el control de la persona en la cual vive.

Por supuesto, que Cristo vive en toda aquella persona quien le ha recibido como Salvador, pero eso no significa necesariamente que ÉL está en control de la vida de esa persona.

Para que Cristo controle nuestra vida, debemos renunciar a la vida del “yo”; debemos desear agradar a Dios en lugar de a nosotros mismos. Esto significa que debemos decir no a nuestros deseos que entran en conflicto con ÉL.

Tendremos victoria en nuestras vidas solamente cuando nos sometemos a Dios, y por fe dependemos solo de ÉL. No debemos subestimar la importancia de negarnos a nosotros mismos cuando nuestros deseos van en contra de lo que Dios quiere.

Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará” (Lucas 9:23-24).

 

 

Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org

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