Efesios 4:1,2; Hechos 16:25-31
Es interesante notar la diferencia entre las maneras que Pablo se refiere a sí mismo en la primera mitad de Efesios y luego en la segunda mitad del libro.
En el inicio de la primera mitad, o la porción doctrinal, Pablo se refiere a sí mismo como “apóstol de Jesucristo” (1:1)
Pablo enfatizó su apostolado porque tenía un mensaje especial para dar a los creyentes, y ese mensaje fue dado en los primeros tres capítulos.
En la segunda mitad de Efesios, la cual hace énfasis en la práctica de los cristianos, Pablo se refiere a sí mismo como “el prisionero del Señor” (4:1).
Esta sección final de la carta a los Efesios es una apelación intensa que Pablo hace a los creyentes en cuanto a caminar como es digno de su vocación, y Pablo subrayó su apelación llamándose a sí mismo como “prisionero del Señor”
Qué interesante que Pablo tenga este punto de vista. Él fue un prisionero de Roma y se encontraba preso en un calabozo húmedo a causa de la predicación del Evangelio, pero Él realmente se consideraba a sí mismo como un prisionero del Señor.
Pablo reconoció que El Señor podía usarle dónde él se encontraba. Y esto es precisamente lo que Dios hizo. Durante este encarcelamiento, Pablo escribió las cartas a Filemón, a los Colosenses, a los Efesios y a los Filipenses.
Estas cartas ahora son parte de las Escrituras y han tenido gran impacto en el mundo a través de las edades.
Es bueno que nos preguntemos, ¿de quien soy prisioneros?, ¿me considero un prisionero de las circunstancias o del Señor Jesucristo?.
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? (Rom. 6:16).
Traducido y adaptado por David Luzuriaga -www.familialuzuriaga.blogspot.com Tomado de Strength for the Journey, by Theodore Epp. Copyright © 2007 The Good News Broadcasting Association, Inc. (Back to the Bible) Lincoln, Nebraska, USA. Used by permission. All rights reserved www.backtothebible.org