Personalmente me considero un cristiano que gusta mucho de la alabanza con sentido y con contenido bíblico. Me gustan mucho los himnos, especialmente sus letras, que vienen de personas y momentos muy especiales donde Dios se ha mostrado poderoso y santo a los autores de tales himnos.
En cuanto a la música cristiana contemporánea, me resulta en general vacía, sin contenido bíblico y de poca inspiración y con nada de alabanza a Dios. Es por eso que no me familiarizo con mucho de los “cantantes cristianos” del momento. Prefiero no acercarme a ellos ni escuchar su música, así no los critico y me evito pasar malos ratos o ser mal entendido.
Pero esta canción en especial me llamó la atención. Su música del tipo “bailable” no es de mi gusto cristiano, me recuerda al mundo y a la carnalidad de la que muchas iglesias están llenas hoy. Pero su letra, en realidad es una muestra viva de lo que también muchas de nuestras iglesias cristianas están llenas hoy. Creo que el mensaje es claro, es preciso y es desafiante. En el aspecto bíblico, de verdad tengo que admitir que tiene contenido. En Efesios 5:19-20 el apóstol Pablo dijo: “…hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” RVR (1960). Aunque este canto no tiene mucho de “canto espiritual” si emite un mensaje digno de escuchar y de aceptar. La crítica ha dejado muchas iglesias heridas, pastores, hermanos desalentados y se ha introducido a nuestras iglesias quitándoles la efectividad. Si tan solo sirviéramos a los demás, o alabáramos a Dios con la misma efusividad y prontitud que tenemos para criticar a los demás hermanos, la verdad es que todo cambiaría.
Mientras no estoy completamente complacido con el ritmo de esta canción, me siento completamente de acuerdo con el mensaje. “deja ya la queja y dale a Dios alabanza, dale lo que se merece la Gloria y la Alabanza”…. ¡Qué mensaje tan oportuno en nuestros días!.