Efesios 5:25-33 Un incrédulo vive una vida espiritual aislada. mientras que nosotros, estando juntos, somos miembros del cuerpo de Cristo (Efesios 5:30) y tenemos responsabilidades el uno para con el otro. Efesios 4:25 dice: “…somos miembros los unos de los otros” Por eso, los creyentes llenos del Espíritu Santo tratan a sus hermanos cristianos como ellos se tratan a sí mismos. No estamos para ser dominantes, sino para reconocer que Cristo es el Señor de todos. Eso es a lo que se refiere cuando se dice que debemos tener un espíritu sumiso. Si mutuamente deseamos hacer la voluntad de Dios, el Espíritu Santo nos dará una armoniosa relación entre todos nosotros. Debemos someternos a otros “en el temor de Dios”, el cual es un temor reverente que cada creyente debe saber y debe tener en torno a deshonrar o desagradar a Dios con las cosas que hagamos, digamos, pensemos, etc. Porque todo lo que Cristo ha hecho por nosotros, nuestro deseo debe ser el de agradarle con lo que hacemos.
Actualidad del ministerio misionero de la familia Luzuriaga en Ecuador