Job 32:1-12 El gran principio que subraya el problema espiritual de Job fue dado siglos después por nuestro Señor: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará”. (Lucas 9:23,24) Job esta tratando de aferrarse a su reputación y a sus victorias pasadas. Si queremos lo mejor de Dios, debemos estar dispuestos a dejar a un lado todo lo que podría contar como “algo preciado” para nosotros; de tal manera que Dios haga con nosotros lo que ÉL realmente quiere hacer. Casi podemos ver a Eliú al escuchar los discursos de los otros amigos de Job, ir poniéndose más y más enojado. ¿Por qué no van a los hechos?, ¿por qué no dicen la verdad?, ¿por qué Job se justifica a sí mismo?, ¿por qué Job no se ve a sí mismo como Dios lo ve? Eliú dimensionó el asunto muy claramente. Las razones que da por su enojo (Job 32:2,3) son más valiosas de
Actualidad del ministerio misionero de la familia Luzuriaga en Ecuador